Un toro de Fernández Terreros premiado como Gran Campeón de la pasada Feria de Zamudio

Publicado el 22/04/2013

  • Un toro de Fernández Terreros premiado como Gran Campeón de la pasada Feria de Zamudio
DEIA.COM - 5 de noviembre de 2012
URIBE-TXORIERRI-MUNGIALDEA

LA LLUVIA NO LOGRÓ DESLUCIR LA AZOKA DE ZAMUDIO QUE ACOGIÓ EL CAMPEONATO DE BIZKAIA DE LIMUSÍN

L. GONDRA - Lunes, 5 de Noviembre de 2012 - Actualizado a las 05:39h

Un niño de Zaratamo que acudió a la feria con sus padres y su hermano, observaba sonriente una de las reses expuestas ayer en Zamudio. (FOTOS: L. GONDRA)

NO hay manera de separarlos. Feria de Zamudio y lluvia son dos conceptos que van irremediablemente unidos. Este año se ha vuelto ha cumplir la tradición y el agua ha hecho acto de presencia en esta azoka que es la decana del valle. La feria por excelencia. Y por eso, los chubascos y sirimiris machacones no lograron ayer aguar los ánimos de los cientos de personas que se acercaron a la localidad para disfrutar del buen ambiente y de las excelencias de los baserris, productores y ganaderos vascos. Y es que, hablar de la azoka de Zamudio son palabras mayores. No en vano, esta cita volvió a acoger ayer una nueva edición del Campeonato de Bizkaia de ganado limusín. Más de sesenta cabezas de once ganaderías del territorio participaron en este concurso que se celebró al resguardo de dos gigantescas y sólidas carpas.

Este certamen fue un desfile de reses que dejaron constancia de la calidad de los animales que se crían en estas tierras. Koldo Bilbao, coordinador de la Asociación de Criadores de Ganado Limusín de Bizkaia, aseguró que esta es una raza vacuna originaria de Francia que está muy arraigada en Euskadi "por su aptitud cárnica y por su capacidad de adaptación al medio". "Esta cita es muy importante para el sector, sobre todo en estos tiempos de crisis", resaltó. "Se trata de que el ciudadano se acerque al campo y vea de dónde sale la carne; es una manera de fomentar nuestra carne y esta raza vacuna", añadió.

Ayer, tras una subasta de ganado en el que los presentes pujaron por varios novillos, tuvo lugar la entrega de premios a las mejores reses de la feria en las diversas categorías. Los ejemplares que recibieron los diferentes premios fueron una clara muestra de la calidad de los animales que logran los ganaderos vizcainos. Fue todo un alarde de ejemplares que materializaron las principales virtudes de esta raza: lomos largos y anchos, con espesor de carne y con finura de huesos. Finalmente, el toro de seis años que presentó Alfonso Fernández Tista, de Muskiz, resultó el Gran Campeón del festival. En cuanto a hembras, fue el ejemplar presentado por Fernando Heras el que se hizo con el primer premio. Este ganadero de Zalla fue uno de los grandes triunfadores de la jornada, ya que logró un total de trece premios: seis primeros -entre ellos el de mejor ganadería-, cuatro segundos y tres terceros. Fernando Heras se mostraba satisfecho. Daniel, uno de sus hijos, sigue la estela profesional de su padre junto a su hermano. "El único secreto para obtener estos resultados es el trabajo, el sacrificio y el dedicarle tiempo y paciencia. Es una cuestión de constancia en el día a día", destacó Daniel, que aseguró sentirse a gusto con este trabajo. "Me gusta este mundo. Es lo que hemos vivido desde pequeños. Es bonito y sano", resaltó ante los ojos de su aita, que le miraba orgulloso de transmitirle ese legado y ese amor por la profesión.

EXPOSICIÓN Docenas y docenas de ejemplares de limusín se alineaban expuestos bajo la gran carpa, como ajenos a los cientos de ojos que durante la mañana les escrutaron. Los visitantes de la feria admiraron a los dóciles animales de piel rojiza y enormes ojos oscuros. El pequeño Azibar, de apenas ocho años, correteaba entre los novillos y vacas con su hermano Oier, de cinco años. No perdía detalle y, de pronto, se paró en seco ante una de las reses y le miró frente a frente, con curiosidad infinita, mientras el animal le devolvía una mirada tranquila. "Solemos venir mucho a ferias agrícolas, de ganado, de artesanía...", explicaron Txemi y Cristina, los padres de los pequeños. "Queremos que los niños conozcan todo este mundo de la ganadería, de la agricultura", afirmaba esta familia procedente de Zaratamo.

A apenas unos metros, una joven de eterna sonrisa cepillaba a uno de los novillos. Era Nahikari López, de Alonsotegi, que con tan solo 24 años ya sigue la estela de su aita, José Luis, en esta profesión, tanto al frente del ganado como en la carnicería familiar. "En este mundo no hay muchas chicas ni mucha gente joven, pero a mí siempre me ha gustado. Me gusta estar con el ganado y venir a las ferias. Si los mayores lo van dejando y no seguimos los jóvenes, mal asunto...", resaltaba Nahikari.

Además de la exposición de las limusín, había un stand en el que los asistentes podían contemplar animales de ganaderías locales, de Zamudio. Allí, custodiando a las vacas y al novillo de raza asturiana de los valles, estaban Amaia Zamakona, Haizea, Ziortza y Ekaitz, todos ellos ataviados con sus atuendos típicos de baserritarra. Amaia explicó que este verano ha sido complicado debido a la sequía, con escasez de pastos, por lo que ha sido necesario comprar hierba y pienso para alimentar a los animales. "La gente sigue apreciando la carne buena, la carne de ganado de aquí", aseguraba Amaia.

En el apartado agrícola, la feria transcurría animada a pesar del agua. Los paraguas fueron los mejores aliados de las muchísimas personas que ayer pasearon, curiosearon y compraron en los muchos expositores que conformaban la azoka. Verduras, frutas, repostería o conservas fueron algunos de los manjares que ayer se podían encontrar en esta feria. Los toldos y los aterpes de los puestos estaban llenos de gente que no renunciaba a degustar un txakoli o un talo recién hecho. Junto a la mesa enharinada, Mari Tere Artaga, Begoña Bilbao y Mari Castañeiro, tres mujeres zamudiotarras, se esmeraban en dar forma a las deliciosas tortas de maíz. "¡Talos hechos como antaño!", exclamaban al calor de la reconfortante chapa
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